La "Masacre de Flores" sucedió el 17 de febrero de 1994 cuando se originó un incendio en una casa de la calle Baldomero Fernández Moreno y Pumacahua, en el barrio porteño de Flores. Allí vivían José Bagnato (42) con su esposa Alicia Plaza (40) y sus tres hijos, Matías (16), Fernando (14) y Alejandro (9).

Esa noche se encontraba con ellos Nicolás Borda (11), un amigo del hermano menor que se había quedado a dormir. Por ese entonces, tanto Matías como Fernando solían tenerle miedo a una persona conocida como "el monstruo", quien se comunicaba por teléfono todos los días a su casa y los amenazaba.

"Uhhhh se quemaron todos. Están todos muertos", decía alguien con voz distorsionada. Se trataba de Fructuoso, quien era exsocio de José y lo acusaba de una supuesta deuda de u$s 180.000.

En la noche del 17 de febrero, los investigadores determinaron que Fructuoso había incendiado la casa al arrojar dos bidones de combustibles y prender el fuego,

El hecho ocurrió a las 3.30 de la madrugada, según determinó la Justicia. Ante lo sucedido, Matías se despertó empapado de sudor con mucha dificultad para respirar, abrió la ventana que tenía al lado de su cama con la poca fuerza que tenía y sacó medio cuerpo hacia afuera.